Son muchos los que proponen una jubilación para la dueña de casa y pocos los que se detienen a pensar en la complejidad de esta iniciativa.
La invisibilidad del trabajo doméstico es sin duda injusta y en buena hora que se reconozca a quienes la ejercen. Pero ¿son las llamadas "dueñas de casa" las únicas que hacen esta labor y por lo tanto, las únicas que deberían recibir esta jubilación? ¿Qué pasa con las mujeres y hombres que ejercen el doble rol: se desempeñan en una empresa y llevan, además, todo lo de la casa? ¿Recibirán una jubilación doble?
¿Por qué referirse a mujeres "dueñas de casa", entendiendo al grupo que permanece allí, y atribuir a éstas, exclusivamente, la responsabilidad del hogar?
Una mujer que trabaja en una oficina u otra actividad, además, hace todo lo de la casa. Debería por lo tanto recibir una doble jubilación. En el mismo caso, se encuentra el hombre que ejerce ambas actividades, aunque todavía es menos frecuente. ¿Por qué sólo pensionar a la mujer?
Eduqué cinco hijos, ejerciendo el periodismo a jornada completa y recuerdo aún como llegaba a guíar sus tareas, preparar la comida, coser y tantas otras labores domésticas, que llenaban mis "horas de descanso". Vi también como mis colegas resolvían por teléfono y, a veces, llevando a sus hijos al trabajo, las emergencias domésticas ¿Por qué favorecer sólo a la mujer que se queda en casa cumpliendo tareas que otras deben hacer, además, de todas las de la empresa en que laboran, porque no tienen otra alternativa? ¿ Por qué privilegiar a quienes no tienen la necesidad de trabajar fuera de casa y dejar de lado a aquellas que, además, deben llevar todo o parte del sustento al hogar?
Me parecería muy injusto que así fuera. De paso fomentaría que la mujer se quede ejerciendo labores rutinarias en su casa, impidiendo que éstas contribuyan con su aporte a la sociedad, que tanto necesita de un equilibrio entre lo masculino y lo femenino.
La mujer que se queda en casa por obligación, no por alternativa, debe aceptarlo todo , sin posibilidades de hacerse respetar en sus derechos básicos, por no poseer los ingresos suficientes para independizarse cuando la situación es abusiva ¡Cuántos casos conozco de mujeres que se quedaron en casa y debieron soportarlo todo, ya que no tenían como sostener una familia por haber dejado de ejercer su profesión u oficio!
Estoy de acuerdo. Debería existir una pensión. Para todos los que ejecutan los trabajos domésticos para el propio hogar, sin especificar si esta iniciativa favorecerá a las mujeres que se quedan dentro de su casa, a las que lo hacen desde el exterior, en forma simultánea a su trabajo y, por qué no, a los hombres, que en algunos oportunidades, deben hacer estas tareas.
Para ser justos esta jubilación debía destinarse a quienes ejercen la función de críanza y educación de los hijos y las labores domésticas, sin tener la obligación de permanecer al interior del hogar. Porque, sin duda, es más fácil dedicarse sólo a las labores de casa que ejercerlas además de otro trabajo.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
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