tag:blogger.com,1999:blog-139284792024-03-13T21:53:16.934-05:00Mujeres PeriodistasUna mirada femenina y periodística del medio en que vivimos. Puede haber más y diferentes...Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.comBlogger14125tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-90654247228810579052008-09-20T10:40:00.004-06:002011-04-19T21:38:41.437-05:00Asesinato de imagen "a la chilena"<div style="text-align: justify;">Los “garabatos”o groserías eran, hasta hace poco tiempo en Chile, palabras que no se decían en público, especialmente en los estratos medios y altos. A las mujeres se les enseñaba a excluirlas de su vocabulario y a los hombres, a evitarlas delante de ellas y de los mayores: “por respeto”. La televisión usaba unos “bip-bip” para reemplazarlos, la radio se los saltaba al editar sus grabaciones y la prensa escrita, salvo los periódicos muy transgresores, los excluían de sus páginas.En no más de cinco años, el panorama cambió radicalmente y la moda impuesta o reflejada por los medios de comunicación, no sólo dejó a la vista todo lo que antes se ocultaba, sino comenzó a destacar aquello con especial regocijo ¡Y pobre del que se oponga! A ese se le tilda con apodos burlescos que aluden a su incapacidad de evolucionar con la rapidez que requiere el mundo actual.<br />
<a name='more'></a></div><div style="text-align: justify;">Una evolución “a la chilena” que no se sabe de dónde viene, ni a dónde va y determina, usando un poder fáctico, que todo lo que antes se consideraba políticamente correcto en la actualidad es incorrecto.La realidad giró en 180 grados y, ahora, todos hablan en privado sobre el desagrado que les produce este mundo burdo pero no se atreven a hacerlo en público, para no parecer pacatos.</div><div style="text-align: justify;">Más allá de las peculiaridades de nuestra sociedad, el fenómeno que algunos consideran como un “destape” trae como consecuencia un problema evidente de comunicación, herramienta vital en un mundo globalizado. Esto hace que algunos extranjeros crean, como le sucedió a un amigo de Guatemala, que los chilenos no hablan español, sino una jerga difícil de entender. En ésta se reemplazan casi todos los sustantivos y verbos por “la palabreja aquella”, como el distinguido académico Arturo Fontaine Aldunate, denomina al más socorrido de los términos de nuestro limitado vocabulario. Se animalizan las cosas, como grafica magistralmente Lukas en su libro “El bestiario del Reino de Chile” y, como si fuera poco, ahora se usan hasta en los medios de comunicación masiva, términos nacionales que la sociedad considera burdos.</div><div style="text-align: justify;">El lenguaje verbal en nuestro país es cada vez más pobre y local, alejándose así de la relativa universalidad del idioma español. Contrasta en forma evidente con el hablar fluido y correcto de las “nanas peruanas” que desempeñan trabajos domésticos para patrones cada vez menos letrados y con el alto nivel de las expresiones culturales del teatro y otros espectáculos que vienen del otro lado de la cordillera.</div><div style="text-align: justify;">A medida que Chile avanza económicamente, en vez de subir de nivel cultural, se va degradando públicamente y su lenguaje empobrecido se hace poco entendible para quienes hablan el español en otros países o lo aprendieron para hacer negocios y visitar estas tierras.</div><div style="text-align: justify;">Más allá del desagrado que produce a gran parte de los chilenos, esta especie de dialecto, constituye una pérdida importante de vocabulario y una barrera evidente para el entendimiento con los extranjeros, indispensable en un mundo global. Igualmente, usando una expresión de moda, es “un asesinato de imagen” para Chile, considerado antiguamente como uno de los países cultos de Latinoamérica.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-68581742111146799192008-09-19T19:41:00.004-06:002011-04-19T21:39:45.588-05:00Alimento poco tradicional para el espíritu<div style="text-align: justify;">Aunque parezca increíble, los programas de cocina, constituyen hoy una de las opciones televisivas más cercanas a la alimentación del espíritu. A juicio de muchos, estos producen cierto grado de relajación y permiten encontrar la paz interior, después de un día de tensión y ruido.</div><div style="text-align: justify;">La falta de belleza o profundidad en la selección y tratamiento de temas menos concretos, es tan grande que no queda más que gozar mirando un sofisticado plato de comida.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La variedad de ingredientes utilizada en su preparación es también mayor que la de los noticieros, series y otros programas de TV. Las alternativas son a juicio de muchos, pocas y burdas, por eso hay que ver las clases de cocina o apagar el televisor.</div><div style="text-align: justify;">La razón fundamental para mantener una programación de bajo nivel intelectual no se relaciona con la preparación de los profesionales que la hacen. Ellos mismos han realizado otras, mucho mejores. Aparentemente, ésta tiene que ver con la arraigada creencia de algunos ejecutivos de televisión respecto a la necesidad de guiarse por el rating pensando que el único objetivo de los medios de comunicación es ganar dinero.</div><div style="text-align: justify;">Aunque muchos sociólogos cuestionen la validez de estas mediciones, hay quienes las siguen al pie de la letra. Formados para competir en el mercado, es evidente que para ellos la función social de los medios de comunicación, que permite el desarrollo cultural del país, es un tema pasado de moda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, ahora a algunos les inquieta otro factor que por ser económico, es también muy válido para ellos: una masa con pocos recursos para comprar, como la que sintoniza los programas y hace subir el rating, no es el público objetivo ideal para quienes desean vender sus productos, porque no tienen los medios para comprarlos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Este argumento tan frío, que afortunadamente empieza a convencer a algunos ejecutivos de los medios, puede convertirse en una tabla de salvación para los chilenos y aunar una publicidad efectiva con un desarrollo que permita entretener, aumentar el nivel cultural de todos y alcanzar el de otros países. Y esto no sólo se consigue aprendiendo a preparar una comida sofisticada. Lo cual no es algo negativo. El ideal sería comer una rica comida frente a un programa de TV de buen nivel.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1157659193879853782006-09-07T13:59:00.001-06:002011-04-19T21:40:26.412-05:00Manejo del dinero: Orgullo y perjuicio<div style="text-align: justify;">Muchas generaciones de chilenos fueron educadas en la cultura del ahorro que se iniciaba con la apertura, al nacer, de una libreta del Banco del Estado, sucesor de la Caja de Ahorros. Así se enseñaba a los niños, apenas crecían un poco, que debían depositar los pesos que reunían en su alcancía: un chanchito de greda o un buzón con llave, que sólo se abría cuando estaba repleto de monedas. La cultura del ahorro y el pago oportuno de las cuentas era motivo de orgullo para los nacidos en este país y constituía un signo de honestidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al contrario de lo que antes ocurría hoy ,por intereses comerciales de algunas empresas, personas que no son de su familia incentivan en los jóvenes el endeudamiento, mediante la apertura de tarjetas de crédito, antes que siquiera tengan los ingresos suficientes para pagar sus mensualidades. Se forma así una cultura de la deuda y de la irresponsabilidad, ya que lo que ellos gastan deben pagarlo sus padres, por temor a que se manchen los antecedentes comerciales de sus ingenuos hijos.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El otro día escuché a un joven que contaba que no tenía cómo pagar su almuerzo. La razón me pareció curiosa. No era que se hubiera acabado el dinero de su mesada sino el cupo en su tarjeta de crédito que, al parecer , consideraba como parte de su presupuesto mensual .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A los chilenos mayores les parece increíble que esto suceda, porque supone que el crédito sólo se ocupa para gastos grandes e indispensables, siempre que se tenga el ingreso mensual suficiente para responder al pago de las cuotas que la deuda va a generar. En caso contrario, cuando los gastos no son de primera necesidad, algunos expertos dicen que sólo conviene ocupar la tarjeta para comprar y pagar a fin de mes o en tres cuotas sin recargo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El uso de instrumentos de crédito produce intereses que aumentan notablemente el precio de las cosas, perjudicando a quien las utiliza a largo plazo. Más aún, si el monto excede su posibilidad de pago. Las revistas de consumidores demuestran cómo comprando con este sistema, a veces se cancela, además del precio de lo adquirido, el valor de otro producto, sólo por concepto de intereses.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por otra parte, el sistema actual de trabajo hace que la estabilidad en éste sea mucho menor que antes, por lo que es frecuente perder la fuente de ingresos. Esto significa, en caso de endeudamiento, que no sea posible responder el pago de las cuotas y el comprador se incluya en listados que manchan sus antecedentes comerciales, lo que le puede impedir hasta el ingreso a futuros trabajos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como en nuestro país, en muchos casos se opta por vender el sillón de don Otto, del conocido chiste, no falta quien proponga como ha aparecido en los medios de comunicación estos últimos días, que la solución es suprimir el Boletín Comercial. Así nadie sabe quién no paga sus deudas a tiempo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Quizás sería mejor pensar en un regreso a la cultura del ahorro y del cumplimiento en los pagos, la misma que hoy se usa en países desarrollados y exitosos donde personas, más cultas e informadas, están poco acostumbradas a vivir a crédito. ¡ Por algo será...!</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1156453165378223392006-08-24T14:58:00.001-06:002011-04-19T21:41:04.852-05:00El peligro de buscar la belleza actual<div style="text-align: justify;">Una reciente encuesta internacional, que también se realizó en nuestro país, determinó que sólo el 2% de las chilenas está contenta con su apariencia física, una de cada cuatro dice estar gorda y un alto porcentaje ha pensando hacerse una cirugía estética, entre ellas las adolescentes.</div><div style="text-align: justify;">El 70% de las chilenas declara que la publicidad y los medios de comunicación han impuesto un modelo de belleza imposible de alcanzar.</div><div style="text-align: justify;">Las consecuencias de este fenómeno son, entre otras, un aumento creciente de los cuadros ansiosos, un alto consumo de ansiolíticos; mayor cantidad de cuadros de depresión; un aumento de los casos de bulimia y anorexia y crecientes adicciones, no sólo al alcohol .</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">A las mujeres de hoy, junto con la responsabilidad de procrear, se le exige ser extremadamente delgadas. Ambos aspectos se contraponen, si se toma en cuenta que para tener buenos partos se requiere de caderas anchas y algo de grasa .</div><div style="text-align: justify;">Sería interesante un debate sobre el rol de las comunicaciones en este tema. Qué o quiénes han determinado los actuales cánones de belleza y cuán válidos son éstos.</div><div style="text-align: justify;">Muchas personas nunca se han detenido a pensar qué intereses se mueven detrás de la obligación que tiene la mujer en esta sociedad de mujer ser flaca, abandonando sus formas naturales que, normalmente, son las que más atraen a los hombres.</div><div style="text-align: justify;">El espacio televisivo que tantas veces se dedica a programas que no aportan mucho a la comunidad, podría incluir temas como éste, que afectan a la sociedad entera. La anorexia y la bulimia constituyen un problema de salud pública cada vez más presente en Chile.</div><div style="text-align: justify;">Las exigencias que se ponen hoy para considerar a una mujer bella no son de siempre. En la antigüedad y Edad Media los patrones de belleza ni siquiera se vinculaban al sexo femenino y por lo tanto, tampoco constituian una exigencia para ellas. Esto ocurre recién en el Renacimiento, cuando pasaron a ser “un objeto decorativo”. Y, en todo caso no hay que olvidar que antes: “la gordura era parte de la hermosura”.</div><div style="text-align: justify;">Sería conveniente conversar como sociedad, cuáles son las razones de promover una imagen femenina de flacura extrema, como la actual. Es posible que al menos tomemos conciencia del problema y no hagamos el juego a quienes se benefician con la cultura de los productos “light” y otras modas del momento.</div><div style="text-align: justify;">Sólo así evitaremos los peligros de tener una belleza predeterminada por los medios de comunicación en vez de la real, que nace en sí misma.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1156452524879540872006-08-24T14:47:00.002-06:002011-04-19T21:42:40.105-05:00El quinto poder: un consumidor bien informado<div style="text-align: justify;">Una información fidedigna es indispensable para tomar buenas decisiones, de cualquier naturaleza. Conocer aquello que ocurre en nuestro entorno, es una tarea cada vez más compleja y supera nuestra capacidad de observación directa. Por eso usamos, y confiamos, en los medios de comunicación o “cuarto poder del Estado”. Sin embargo, es importante mantener una actitud conciente, saber cuál es la inspiración ideológica o económica que éstos tienen y qué imágenes o productos nos quieren vender.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El consumidor común muchas veces desconoce esta realidad y asimila con inocencia lo que el medio le dice, interpretándolo como una verdad absoluta, sólo porque “salió en los diarios”. Esto produce a veces injusticias, ya que puede deformar la visión de los hechos y de las personas involucradas en éstos.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Más allá del trabajo periodístico de recopilar y redactar la noticia, existe una labor editorial que determina los temas que se darán a conocer y qué se dirá al respecto, ciñéndose a la línea del medio informativo. Ésta resguarda el pensamiento y los ingresos, no sólo de las empresas periodísticas y sus avisadores, sino de todos los integrantes del holding de los dueños del diario, radio o canal de televisión.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El consumidor de medios debe asumir un rol activo y conocer lo que orienta a su fuente de información. Debe saber quiénes son los dueños de los diarios, radios o canales de televisión en que se informa, conocer su pensamiento y sus intereses económicos. Sólo así podrá determinar, por sí mismo, qué le conviene o no internalizar, constituyéndose en el quinto poder del Estado, tan necesario para regular el proceso democrático y también, el del mercado.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1156452379246624432006-08-24T14:45:00.001-06:002011-04-19T21:43:11.020-05:00Alerta frente a la información<div style="text-align: justify;">Los medios de comunicación para financiar sus productos se valen, principalmente, de la publicidad. Por esta razón, permanecen divididos entre su misión social de informar y los intereses de sus clientes, a quienes no pueden descuidar si desean continuar subsistiendo. Esto hace que muchas veces los editores, que eligen los temas que se van a tratar y lo que se va a decir o callar sobre éstos, sean presionados por las gerencias comerciales de sus empresas. Se trata de lograr que destaquen aquello que directa o indirectamente favorece el consumo de los productos que ofrecen los avisadores del medio informativo, sean o no beneficiosos para los receptores de la información. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la misma medida que los editores ceden a esta presión y hacen prevalecer los intereses de sus clientes por sobre los de sus lectores o teleauditores, la sociedad entera puede ser conducida a consumir aquello que no la beneficia y más bien le daña. Un ejemplo son los artículos que promueven la compra de elementos nocivos como el cigarro, la comida chatarra o alimentos que tienen productos químicos cancerígenos.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El tratamiento que se da en los medios de comunicación a la nutrición humana, por ejemplo, puede ser muy variado. Cuando se enfoca el tema pensando en el lector o teleauditor, se habla de alimentación equilibrada y de consultar a un especialista, antes de iniciar dietas para adelgazar o incluir medicamentos que tienen este objetivo. Si en cambio el editor hace prevalecer el interés de las empresas avisadoras por sobre el de su público, puede promover, por ejemplo, el uso tratamientos reductores con productos específicos que, “por simple coincidencia” forman parte de su avisaje habitual .</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El lector, auditor o teleauditor no puede modificar esta realidad interna de los medios de comunicación pero sí, estar alerta y distinguir la información que sirve sus intereses y aquella que le puede hacer daño. Para ello debe actuar como un consumidor responsable, lo que implica informarse en fuentes variadas, directas, confiables y lo más objetivas posibles. De esta manera, tendrá a mano los elementos para distinguir entre lo que los medios de comunicación le entregan como una información valiosa y aquello que constituye sólo una forma de venta de productos o ideas determinadas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una posición más crítica frente a la información impedirá que su actuación sea la de un títere, movido por hilos que otros manejan de acuerdo a lo que desean venderle o hacerle creer.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1156452234027927172006-08-24T14:41:00.001-06:002011-04-19T21:43:51.618-05:00Facilidades para no estudiar<div style="text-align: justify;">Dicen que "Lo que natura non da Salamanca non presta", aludiendo a la necesidad de contar con ciertas condiciones intelectuales para estudiar en la universidad. Lo recordé hace poco, cuando un alumno de periodismo confesó a su profesor, en mi presencia, que no tenía facilidad para escribir, ni menos para leer.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Aunque el reconocimiento de su inhabilidad para esta profesión me quedó claro de inmediato, me pareció increíble que cursara el cuarto año de la carrera ¿Cómo había ingresado a estudiar allí si no tenía habilidades para escribir? ¿Cómo había permanecido y aprobado los cursos durante tanto tiempo?</div><div style="text-align: justify;">La primera respuesta me la dio sin querer un profesor de planta de esa escuela, cuando le pregunté sobre el examen de selección para entrar a primer año: "Sólo se conversa con ellos, para detectar si tienen problemas psicológicos-me dijo- pero ya no hay pruebas de habilidades de lenguaje, ni de actualidad, como antes. La matrícula ha bajado mucho y no hay que poner problemas".</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De acuerdo a la información obtenida, esto sucede en algunas escuelas no sólo de periodismo, ya que en algunas universidades se privilegia lo comercial sobre lo académico. Esto respondió mi segunda pregunta. Hay casos en que esos establecimientos dan tantas facilidades para que los alumnos aprueben las cátedras, que éstos tienen hasta tres oportunidades de examen final en cada semestre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La idea, aparentemente, es que las promociones se renueven y la universidad funcione, recibiendo los ingresos necesarios para subsistir. También, evitarse problemas con los alumnos.</div><div style="text-align: justify;">Algunos profesores, sometidos a tomar exámenes tres veces cada semestre, optan por hacer evaluaciones más simples y aprobar de inmediato a los alumnos. Como éstos perciben cuáles son las reglas del juego, no se preocupan mucho de estudiar: al final aprobarán de todas formas: "la fulanita no viene nunca a clases y siempre sale bien”-comentan. Además, afirman ellos, "la asistencia corre sólo en el reglamento, porque en la práctica no se aplica".</div><div style="text-align: justify;">La calidad de profesionales que está saliendo de algunos establecimientos de educación superior, es un problema nuevo para una sociedad como la nuestra, donde estas instituciones, en general, tienen un prestigio merecidamente ganado por el esfuerzo de muchas generaciones. En el caso del periodismo, los profesionales con una mala formación representarn un serio peligro ya que por ignorancia o falta de preparación pueden escribir informaciones erróneas, poco rigurosas o mal redactadas que produzcan equívocos, lleven a la deshonra de las personas e instituciones o conduzcan a la toma decisiones equivocadas. Además, si por cualquier razón ajena a la calidad, alcanzan el cargo de editor, no tendrán la formación apropiada para conducir a un grupo de profesionales en una misión tan importante como la de informar a la comunidad.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1156452072856565432006-08-24T14:39:00.001-06:002011-04-19T21:44:23.765-05:00El despido inesperado: una práctica inhumana<div style="text-align: justify;">Uno de los momentos más difíciles de enfrentar para el afectado es aquel en que se le despide del trabajo. En algunos casos es algo que se ve venir, por incompatibilidades con su superior o algún desacierto en el desempeño de las funciones. En otros, los peores, el despido es inesperado ya que el jefe o la empresa, con una falta de transparencia enorme, pese a que hace tiempo quiere eliminar al trabajador nunca se lo ha siquiera insinuado. Conozco casos en que hasta se ha felicitado quince días antes al empleado por su desempeño y, luego, se le ha “desvinculado de su trabajo” como se dice elegantemente hoy, de un minuto a otro, en un acto que puede aparecer algo sádico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lamentablemente, en Chile en los últimos años se ha convertido en una moda esta forma de proceder. A criterio de muchas empresas, es mejor que el afectado no sepa lo que viene: para que no cuente a los estamentos superiores los problemas que se viven al interior de su sección o departamento; para que no desprestigie a su jefe, si lo hace mal; para que no alcance a llevarse la información que podría ser de interés: sus últimos trabajos, sus nuevas ideas y todo aquello que podría ser de utilidad para el organismo o entidad en que se desempeña y está almacenado en el computador o en archivadores. La idea es no correr el riesgo de que el empleado haga algo que los afecte a ellos de cualquier manera. Por eso, el mes de aviso, establecido por la ley para echar a un trabajador, se le da en dinero y se le pide en la mañana que en la tarde vuelva a su casa, definitivamente.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo que suceda a la persona, afectada con este golpe bajo, no es problema de la empresa, ya que el trabajador, aunque haya aportado durante años su esfuerzo para el beneficio de ésta, ahora no pertenece a sus filas ¿Qué importancia puede tener su dolor, su salud mental, su situación humana en este caso? Y estamos hablando de personas que no han cometido ninguna falta. De personas que muchas veces son despedidas por lo que elegantemente se llama hoy “necesidades de la empresa” lo que significa que eliminarlos de los gastos permite mayores ganancias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, esta forma de proceder crea una inestabilidad laboral que sienten los demás funcionarios y se desmotivan, lo que incide en la producción. Esta puede ser posiblemente la única revancha frente a un acto tan egoísta y frío, que no da tiempo a las personas, para despedirse de lo que han hecho durante años, para cerrar el ciclo, para tener aunque sea ese breve mes, que antes se daba, para hacerse el ánimo de cambiar de actividad y partir por la puerta ancha, con cierto grado de dignidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el frío mundo del trabajo de hoy, lo único importante es el dinero que produce una empresa, y si una pieza no ajusta, hay que sacarla. Por eso, no es raro leer en los diarios que algunos representantes de este tipo de pensamiento se opongan a cualquier iniciativa que permita el mejor desarrollo humano o de la familia, a través de permisos para los padres cuando nace o muere un hijo o del fuero paternal, por ejemplo. Las personas son para ellos lo menos importante. Lo que vale es la ganancia, el dinero.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo curioso es que estas mismas personas tratan de aparecer públicamente como defensores de la familia, de sus integrantes, de los valores y rasgan vestiduras frente a cualquier acción que, según su criterio, los afecte. Es el doble estándar de los chilenos, del que tanto se habla. Lo importante es parecer, no ser.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1154625114680464402006-08-03T11:04:00.001-06:002011-04-19T21:44:58.132-05:00¿Somos monstruos ?<div style="text-align: justify;">Los seres humanos a menudo sorprenden con su violencia. El impacto que ésta produce cuando se conoce directamente o a través de los medios de comunicación, hace sufrir a algunos y a otros, disfrutar en forma morbosa, sin que siquiera tengan conciencia de ello. Esa es la razón por la que se informan en la televisión y los diarios, hasta los últimos detalles de los crímenes más horrorosos, cuyo sólo anuncio nos deja atónitos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los episodios últimos de la guerra en Oriente Medio muestran los extremos a los que se puede llegar en una confrontación en que el fin parece, a los involucrados, justificar los medios. La muerte masiva de niños produce repulsión a cualquier persona bien inspirada al igual que la de tantos otros inocentes que viven allí o están en misión de paz, para buscar una solución al conflicto.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Además de la confrontación entre países, existe también la guerra permanente entre las personas, con similares horrores. Escuchamos las noticias nacionales y conocemos casos de padres que violan y matan a sus propios hijos. De adultos que disparan a niños de dos años. De torturadores que encuentran justificado su oficio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">¿De qué monstruosa sociedad estamos hablando? ¿Quiénes somos realmente?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La violencia que en otro contexto social, tal vez se usaba como una forma ancestral de defenderse frente al ataque de animales, hoy se fomenta para favorecer diversos intereses económicos, a través de las series de televisión, las películas y juegos de niños. Y en cualquier momento da sus frutos. Los pequeños que gustan del combate y la guerra, tienen su agresividad desarrollada y lista para proyectarla, como adultos, en la sociedad. Por otra parte, las torturas que algunos aprenden en escuelas militares como algo permitido para hacer hablar o castigar al “enemigo” se transforma en realidad cuando hay conflictos y se usan para demostrar poder y descargar cualquier rabia. De estas terribles prácticas se toman hasta fotografías, no sólo para denunciar los hechos sino para que otros disfruten observándolas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Basta mirar las entretenciones que los adultos proponen o permiten a sus hijos, especialmente a los varones, para comprender en qué mundo estamos. A ellos se les regalan armas de juguete, series guerreras o cualquier otro objeto que sirve para dañar a los demás y se les deja entrever que si no los usan no son hombres. Deben ser héroes de guerra, personajes capaces de golpear bien y matar a otros, si es necesario. Eso es lo más importante para pertenecer al género masculino.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como sociedad deberíamos detenernos y repensar estos juegos. Sería conveniente escoger actividades más positivas y eliminar estas prácticas desde la primera infancia. Ya está bueno de seguir en eso. Hay que hacer algo por contribuir aunque sea con un gesto puntual, al término de este mundo violento en que todo se hace por la fuerza, la imposición y el poder de unos contra otros. Esta sociedad en que cualquier signo de tolerancia, paz o amor se considera “debilidad” y sólo se desea en Nochebuena. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comencemos a contribuir a la paz. Tomemos conciencia de lo monstruosos que somos los seres humanos. Tratemos de aportar en nuestro entorno inmediato, aunque sea una acción diaria, que revierta este proceso. Una acción de amor, de no violencia, de incentivo a vivir en paz. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Puede parecer ingenuo, pero todas las grandes acciones empezaron así, por lo que unos pocos hicieron. Lentamente, la masa crece y se llega al punto crítico en que la situación se revierte. Intentemos contrarrestar esos impulsos que todos tenemos y nos conducen a la guerra: en el trabajo, el hogar y la comunidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Aunque siempre existirán seres y hechos violentos, las cosas pueden a futuro ser mejores: si cada uno se transforma y fomenta el cambio; si no pedimos a otros ejercer el autoritarismo, el de “golpear la mesa”; si construimos una sociedad en que se respete a los demás, de esas que algunos consideran “débiles” y que son las únicas realmente fuertes, estables y generadoras de paz social.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La violencia sólo fomenta respuestas igualmente duras y desata una espiral sin fin, que perpetúa la desgracia humana. Canalicemos la necesidad de lucha, propia del hombre, hacia fines que favorezcan la paz y no hacia aquellos que la destruyen.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1154125838213820932006-07-28T16:28:00.002-06:002011-04-19T21:47:01.123-05:00Evolución de la prensa femenina: el difícil despertar de la bella durmiente<div style="text-align: justify;"><a href="http://www.blogger.com/" name="114921645974587899"></a>Las mujeres constituyen, según el Censo 2002, un poco más de la mitad de los chilenos. De ellas, un tercio son jefes de hogar y casi se ha duplicado en los últimos diez años, el número de las que han pasado por la educación superior. <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title="">[1]</a>Sin embargo, aún hay quienes creen, con o sin razón, que se les puede mantener en calidad de bellas durmientes o en estado vegetal, como se diría ahora, a la espera de un príncipe que solucione sus problemas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La droga para lograr este sopor se canaliza, en parte, a través de los medios de comunicación que, con el fin de acrecentar la publicidad que los sustenta, les entregan contenidos adormecedores y las mantiene entretenidas con una promoción cada vez más abundante de productos de consumo; dietas para adelgazar, muchas veces innecesarias; comentarios sobre la vida privada de nobles o artistas; y la teleserie de turno.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Leer o escuchar estos contenidos no hace ningún daño a quienes están en estado de alerta y saben los intereses que se mueven tras ellos, pero pueden convertir en marionetas a quienes no los conocen e invierten su tiempo y energía en aplicar todo lo que se dice o recomienda en la publicidad o en los artículos más livianos.A veces, incluso, puede llevar su salud a límites inconvenientes. </div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No es casual, por ejemplo, que la anorexia se produzca casi exclusivamente entre las mujeres y en años que coinciden con una fuerte promoción de los regímenes alimenticios.El “sueño de la bella durmiente” es una dolencia que no sólo las afecta a ellas, porque mientras se dejan llevar por temas intrascendentes, en su entorno la vida sigue desarrollándose sin su aporte. Y mientras este tipo de mujeres está preocupado de “qué le pasará al personaje principal de la telenovela”, el príncipe que espera para sacarla de su encantamiento parte, como Mambrú, a la guerra donde sea que ésta se lleve a cabo.Las periodistas, por el rol social que les asigna esta cultura, están bien preparadas para entregar a los medios de comunicación contenidos trascendentes que ayuden a despertar a las personas que aún no lo hacen. Las relaciones humanas y el desarrollo personal, por ejemplo, son campos muy valorados por el sexo femenino y contribuyen a formar una sociedad más comprensiva y pacífica. A juicio de los expertos, ellas pueden contribuir a crear una cultura de paz, tan valorada en estos tiempos en que el mundo vive en torno a la guerra.Aunque el rol de los medios de comunicación masiva no es educador, algunos de los temas que estos debaten interpretan las inquietudes sociales que, después de algunos años, se incorporan a la educación formal.El periodismo puede informar, entretener y colaborar a la construcción de una sociedad mejor y menos guerrera, con mejores relaciones al interior de las familias, de la pareja, de las empresas y de toda la sociedad.Esto depende, en parte, de la actitud que asuman las profesionales de la prensa, quienes podrían en este sentido determinar una meta común y luchar por alcanzarla.Conscientes del problema y con una finalidad clara, ellas pueden poner énfasis en estos tópicos que, como son de gran atractivo para los lectores, cumplirían a la vez con el fin de la industria publicitaria que financia los periódicos, al capturar un público para promover sus productos.Las revistas de hoy no tienen razones para ser productos “light” o poco inteligentes. Todo lo que se escribe puede ser entretenido, ya que esto depende más del tratamiento y de la vigencia de los temas que de estos en sí mismos.¿Pueden las mujeres periodistas aportar a la sociedad algo distinto de lo que entregan los hombres?¿Es posible que masifiquen un periodismo para sus congéneres más digno del nivel al que éstas han llegado? O ¿seguirá predominando una visión machista que destina a la mujer un rol menor, en que los comentarios de la vida privada de los famosos, el consumismo y las recetas para obtener un marido deben ser el centro de su pensamiento?Hay algunos que creen también que las mujeres de hoy no necesitan publicaciones diferentes a las de los hombres y que los periódicos femeninos sólo existen porque canalizan una publicidad segmentada, que satisface los intereses económicos de las industrias y promueve el consumo.Cualquiera sea la respuesta a estas interrogantes, el tema merece un análisis.Al Ritmo de la TradiciónLa primera discusión, al tratar este tipo de temas, es si se considera que hombres y mujeres tienen roles sicológicos naturales diferentes o si la sociedad se los ha impuesto, materia sobre la que se ha escrito mucho. De ahí provienen las distintas corrientes de pensamiento sobre qué deben o no deben hacer ambos. Aún persisten las opiniones más conservadoras que excluyen a la mujer de su rol público y la relegan a la casa en exclusividad. Otros piensan que no importa que trabaje, siempre que no abandone los “deberes del hogar”, exigencia que no se le hace a ningún hombre. Y un tercer grupo cree que ambos deben incorporarse al campo del trabajo y, también, a las labores domésticas. Las tendencias más avanzadas señalan que:“Las preguntas sobre la naturaleza de las relaciones entre los sexos y la manera como se construyen y perpetúan esas relaciones han sido un punto de partida para entender que el significado de lo femenino y lo masculino; lo que cada uno puede hacer o se espera que haga; la manera como se distribuye el prestigio; las ocupaciones, las habilidades y hasta las inclinaciones; los roles que cada uno cumple, son construcciones sociales.” <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title="">[2]</a>“La mayoría de estas diferencias son producto de la sociedad y desafían los planteamientos de la sicología tradicional que durante mucho tiempo ha puesto el acento en el estudio de las diferencias individuales.” <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title="">[3]</a>De acuerdo a lo que piensan los especialistas anteriores, las diferencias psicológicas entre mujeres y varones son, en un sentido general, artificiales: “el sexo no es una categoría natural basada en diferencias esenciales entre hombres y mujeres...Es una proeza de la imaginación y de la industria. Esto implica laboriosos esfuerzos para transformar hijos varones y mujeres en adultos masculinos y femeninos".Según este punto de vista, la forma en que cada uno considera lo qué es un ser femenino o masculino, ejerce una influencia determinante sobre la manera en que cada uno se ve a sí mismo, actúa y organiza su vida cotidiana. En esta realidad, la sociedad en que vivimos relegó durante muchos años a la mujer a permanecer dentro de la casa y la obligó a sentir que estaba destinada sólo a la crianza de los hijos, dejando al hombre “puertas afuera” con el rol prioritario de proveer los bienes para mantener esa estructura. Separó así al padre de su importante misión afectiva y doméstica en la que habría compartido el placer de una relación permanente y estrecha con sus hijos y su pareja. Además, al ser ellos quienes definían el rumbo de la vida pública del país, les traspasó el poder de conducir el destino de la sociedad, a un futuro que, por las características que asigna a su educación, es esencialmente guerrero.Cada cultura determina, según los estudiosos, qué es femenino o masculino, más allá de lo que los seres sienten como propio de su naturaleza. Esto se puede constatar en las parejas que se atreven a asumir lo que prefieren hacer sin aceptar presiones sociales, lo que es cada vez más frecuente. Ellas, en forma natural, pueden llegar a ser “el maestro chasquilla” de la casa, mientras él cocina y cuida a los niños.¿Por qué deberían hacer roles impuestos por otros, en vez de escoger aquello para lo que son más hábiles?Según algunos especialistas en el tema, “los hombres se han reservado para sí el desempeño de aquellas tareas más importantes para el funcionamiento social, especialmente en la medida en que éstas implican el control sobre los demás aspectos de la dinámica social. Así, la economía, política, legislación, religión, educación, etc., han estado siempre en manos del hombre o bajo su supervisión. Igualmente, los varones han desarrollado una serie de mecanismos conducentes al mantenimiento y perpetuación de la situación descrita. Estos mecanismos han consistido, fundamentalmente, en el fomento para los hombres y el impedimento para las mujeres de una serie de aptitudes, intereses, valores y rasgos de personalidad, y viceversa; así como en la difusión, a través de las instituciones sociales, de los dos conjuntos de rasgos estereotipados, masculino y femenino, de tal manera que los niños y niñas vayan aprendiendo los rasgos que se consideran propios de su sexo. Paralelamente, se desarrolla una serie de mecanismos de control judicial, reforzamientos sociales, castigos, etc., que favorecen el aprendizaje en cada sexo de su rol”. <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title="">[4]</a>A juicio de ciertos expertos, culturalmente se determina que los hombres son más inteligentes y tienen más fuerza que las mujeres a quienes sólo les interesa la estética, lo social y lo religioso. Se atribuye al hombre el poder para dominar y a la mujer la dependencia y la afectividad. Se atribuye al género masculino una necesidad sexual mucho mayor que la del femenino, por lo que se pide a las mujeres comprensión para la infidelidad de estos.“Los resultados de las investigaciones que han intentado averiguar si esos dos conjuntos de rasgos estereotipados corresponden en la realidad a lo que son los hombres y mujeres y sus respectivos comportamientos, han mostrado, en líneas generales (dada la enorme diversidad de comportamientos, aptitudes y actitudes comprendidas), que los hombres y mujeres se adecuan bastante, en la práctica, a lo que determinan las prescripciones sociales como propio de su sexo. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones han mostrado también que esa correspondencia entre las prescripciones sociales y la realidad se debe, fundamentalmente, a variables socioculturales y no a determinantes de tipo biológico.” <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title="">[5]</a>El estudio de los roles sexuales como tema de investigación se generó en la mitad del siglo veinte, época en que comenzaron también a preocuparse de la mujer como objeto científico. Grandes cambios sociales, económicos, políticos y psicológicos se produjeron con la revolución industrial. La ciencia también avanzó muy rápido en ese momento. Antes, las opiniones al respecto eran personales y tenían un origen religioso, filosófico o supersticioso.La investigación, actualmente, tiene una terminología especial muy precisa en sus conceptos, lo que permite una buena comunicación entre los investigadores. También existen teorías sobre la forma en que se adquieren los roles sexuales dentro de las diferentes culturas. Existe un enfoque biologicista que pone énfasis en la relación entre la estructura anatómica y fisiológica y las diferencias en la conducta humana.La teoría psicoanalítica, por su parte, pone el acento en la influencia de la figura de los padres del mismo sexo en los hijos del mismo sexo, mientras que la del aprendizaje social en como la observación, el modelo, los premios y castigos, sirven para adquirir determinadas formas de actuar. Por último, la teoría cognitiva observa los caminos de la socialización infantil después que se les define como varón o hembra.Al observar detenidamente los roles sexuales se llega a la conclusión que estos no sólo varían en cada pareja humana, sino también en las sociedades, según la raza, la clase social e incluso la región geográfica, lo que anula definitivamente una posición rígida referente a lo que “debe hacer” el hombre o la mujer. Por lo tanto, también desaparece la obligación de escribir temas que sólo interesen a uno de los sexos o pedir a los periodistas, hombres y mujeres, que aporten lo naturalmente masculino o femenino en sus escritos.Si a esto agregamos que la tendencia de los países más desarrollados es compartir el ámbito doméstico y el del trabajo lo más equilibradamente posible, podríamos determinar que caminamos hacia un mundo en que ambos sexos actuarán en lo público y en el hogar, con cierta igualdad, distribuyendo más justamente que hoy, la carga de trabajo.Desde este punto de vista, no se justificaría un material periodístico específico para hombres y mujeres en una sociedad futura, en nuestro país, aunque tal vez sí en el momento actual, ya que por cultura se mantiene las diferencias aprendidas.¿Celeste o Rosado?Más allá de la discusión sobre si las diferencias psicológicas entre hombres y mujeres son o no naturales, éstas existen aún en nuestro país, porque se enseñan desde que los pequeños nacen y visten, por primera vez, de rosado y celeste.Hasta a un niño puede parecerle absurdo que aún se le impida jugar con muñecas cuando ve a su padre mudar o pasear en coche a su hermano. También, las niñas pueden pensar que es extraño que no les regalen nunca un auto a pedales, ni de otro tipo, cuando su mamá conduce el suyo. Son cosas de hombres y de mujeres, en esta sociedad tan contradictoria, donde la realidad supera los prejuicios pero mantiene las costumbres.Las diferencias psicológicas de origen cultural entre los sexos se notan también en el periodismo chileno y las usa la publicidad para lograr sus objetivos.“A lo largo de los años, los medios de comunicación se dieron cuenta de la importancia que tiene la mujer para vender un servicio o producto. Por ello, tanto la publicidad como los artículos, reportajes e incluso programas televisivos están enfocados a ganar, especialmente, la atención y la preferencia de la mujer. Fue así como a mediados del siglo pasado empezaron a surgir revistas y programas en la radio, dirigidos única y exclusivamente al público femenino. Sin embargo, dichos medios de comunicación informaban a la mujer sólo de cuestiones vanas y fomentaban la creencia de creadores de movimientos artísticos e intelectuales, quienes argumentaban que la mujer era un ser de cabellos largos e ideas cortas. En otras palabras, la mujer era vista como una consumidora que debía estar al día para satisfacer a los hijos y al esposo”.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title="">[6]</a>Son muchos los estereotipos que las revistas femeninas han fomentado y, algunos bastante dañinos, que han trascendido hasta nuestros días. Según la misma fuente anterior, uno de ellos es la imagen de que, “a través de cientos de artículos, este tipo de revistas invitan a la mujer a ser bella para que pueda conseguir al príncipe de sus sueños y, peor aún, dan a entender a toda mujer que si no retienen a sus hombres, es precisamente porque no tienen un físico y un cuerpo adecuado”. Estos conceptos difundidos por los medios de comunicación son responsables de muchos casos de anorexia y bulimia, trastornos que sufren mayoritariamente (90%) las mujeres.El poder de la letra de imprenta, que avala una moda, angustia a lectoras incautas mientras mantiene muchas industrias que viven de promover productos y remedios para adelgazar.“Existen análisis complementarios centrados en los valores sociales referentes a la condición femenina que incluyen la autopercepción de la mujer y su dependencia de los modelos culturales por los que adapta su cuerpo en términos de dimensión y peso a las normas imperantes. Un análisis comparativo muestra que mientras crece dramáticamente la cifra de mujeres anoréxicas, también lo hacen los artículos y la publicidad relacionados con el tema en las revistas femeninas. De hecho, las revistas femeninas promueven los regímenes dietéticos diez veces más de lo que lo hacen las publicaciones destinadas a los hombres”.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title="">[7]</a>Ideas Claras y Periodismo CompatibleCuando trabajamos en los medios de comunicación, sabemos que normalmente los avisadores quieren mandar sobre lo que escribimos, en especial si son grandes empresas. De esta forma, es posible hacer que un periodismo aportador, más acorde con lo que las lectoras gustan leer y las periodistas quieren escribir, choque con los intereses económicos de quienes se mueven detrás de la publicidad. Sin embargo, creo que aunque no se logre el nivel deseado, es mucho lo que se puede hacer dentro de los medios informativos para otorgar una mejor calidad al periodismo. Lo importante es tener claro el objetivo que perseguimos como profesionales de la información y no darnos por vencidos en nuestros propósitos.Buscar la confrontación con los avisadores no es lo mejor, pero tampoco lo es renunciar a lo que creemos de interés para nuestras lectoras. También ellos necesitan que las revistas se lean, y hay temas trascendentes que atraen mucho a las mujeres. Y cuando hablo de trascendentes, no me refiero a la política nacional e internacional con toda la importancia que esta tiene, sino a un ámbito que, por educación, influencia cultural y cualquier otra razón misteriosa, se define como más propio de la mujer: el desarrollo personal y las relaciones humanas. Estas dos áreas, que determinan en gran medida la felicidad de los individuos y el éxito en la vida, influyen en el desarrollo de las empresas y la preservación de la paz mundial. Sin embargo, son consideradas como secundarias por muchos hombres, culturalmente formados para la competencia y la guerra. Por ello, le asignan un espacio en los medios informativos, muy inferior al fútbol, desde luego, remitiéndose a páginas consideradas “femeninas”. La educación aún no ha integrado estos tópicos en el currículum regular de la enseñanza básica, media o universitaria. Sólo se acude a ellos cuando los conflictos ya están en proceso, para analizar por qué el joven se droga, fracasa en los estudios o es un rebelde empedernido. También los analizan en las empresas cuando las relaciones laborales están muy malas. Igualmente se acude a estos si los matrimonios están ya a punto de separarse. No hay prevención, información de desarrollo individual ni colectivo. En otros países existe una vasta y valiosa literatura escrita por psicólogos, psiquiatras y otros especialistas que podría iluminar las mentes de las personas en conflicto y evitar las catástrofes. La realidad es que pocos las conocen y normalmente las han leído en los medios de comunicación.En este sentido, el periodismo escrito por mujeres y el dedicado a éstas ha comenzado una labor que, a mi juicio, no debe interrumpirse sino incrementarse. Mi experiencia es que este tipo de artículos, junto con aportar al buen desarrollo humano, gusta mucho a la mujer chilena, por lo que indirectamente beneficia a los avisadores al subir los índices de lectura. Como éste, hay muchos otros temas que es tarea de las mujeres periodistas poner en el tapete mientras pasa el tiempo necesario para que los hombres los valoren masivamente y se unan a la construcción de una sociedad más pacífica.Educar para el buen consumo, por ejemplo, puede ser mucho mejor que hacerlo para el consumismo. Y esto no se contrapone con una buena publicidad, como se demuestra en países más avanzados que el nuestro. En un sistema de libre mercado, el consumidor debe asumir su rol para que éste funcione bien. Esto pasa por una educación general al respecto, la que en Chile aún es incipiente, mientras en las sociedades más desarrolladas tiene una importancia decisiva.En Europa y Estados Unidos, entre otros, existen numerosas revistas que informan sobre calidad, precios y otras materias, que permiten hacer elecciones acertadas de lo que ofrece el mercado.Hasta el puzzle y el horóscopo, dos de las secciones más leídas en las revistas de cualquier tipo, pueden orientarse a un pensamiento más positivo y enseñar lo que no se aprende en el colegio.Los temas culturales, de entretención y, tantos otros, que no están necesariamente al servicio de la publicidad, deben proliferar. Especialmente aquellos que inciden en crear una sociedad más respetuosa de los demás, de su posibilidad de pensar distinto y de tantos aspectos que, en definitiva, demuestran el verdadero desarrollo de los pueblos.Seguramente como periodistas deberemos hacer compatibles los intereses sociales con los de las empresas que financian las publicaciones. Esto no significa entregarnos a su causa sin luchar por elevar los contenidos que determinarán, en parte importante, el pensamiento y la actuación de las mujeres y sus familias en el futuro.No debemos olvidar que los temas que elegimos para escribir en los medios de comunicación constituyen parte importante de la realidad que la gente conoce finalmente, dando forma a la opinión pública.La Paz Nuestra de Cada HoraSegún autoridades de alto nivel mundial y representantes de diferentes corrientes ideológicas, una de las áreas en que la mujer y, por qué no la periodista, debería aportar un contenido propio a la comunidad es en la promoción de la paz, un tema tan sensible en la actualidad. Esto sería para contrarrestar la posición guerrera del hombre, ancestralmente educado para esta acción.Existe un mito griego que deja en evidencia la actitud del hombre y la mujer frente a la guerra. Éste narra que se hizo un concurso para poner el nombre de la capital de Ática. Se congregaron doce jueces para decidir qué cosa era más útil de las presentadas por cada uno de los competidores: “Fue Atenea la que resultó victoriosa, al ser considerado más valioso haber plantado olivos. La rama de oliva es símbolo de la paz y símbolo de la Diosa Atenea y representa la actividad tradicional de las mujeres del lugar: plantar olivos (donde abundaban) y símbolo de la actitud pacífica femenina de la sociedad matriarcal, frente a lo ofrecido por Neptuno que había dado un golpe en el suelo del que hizo salir un caballo (símbolo de la guerra, actividad de varones en esa época y de la actitud guerrera de la sociedad patriarcal). La victoria de Atenea provocó la ira de Neptuno / Poseidón y tuvo consecuencias nefastas. Para calmar a Neptuno, Cecrops, padre de Atenea, tomó la decisión de castigar a las mujeres. Entonces, para desagraviar al Dios se impuso a las mujeres los siguientes tres castigos: a) se les quitó el derecho de votar; b) se prohibió que en adelante los hijos llevaran el nombre de sus madres (matrilinealidad), y c) se les despojó del título de ciudadanas, de manera que quedaran reducidas a ser meras esposas de los atenienses.”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title="">[8]</a>Muchos representantes de alto nivel de instituciones y religiones diversas opinan que la mujer posee aptitudes que promueven la paz y le asignan una función en este sentido.“Las guerras nacen en la mente de los hombres; es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz. Las mujeres adhieren, con menos facilidad que los hombres, al mito de la eficacia de la violencia y pueden aportar una amplitud, una calidad y un equilibrio de visión nuevos, con miras al esfuerzo común que supone pasar de una cultura de guerra a una cultura de paz”.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title="">[9]</a>“Se reconoce cada vez más que (las mujeres) tienen aptitudes y experiencias que les permiten hacer una contribución en todas las etapas del proceso de paz.”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title="">[10]</a> “La mayor parte de lo amoroso y la ternura queda unido a la mujer, y pasa a definir lo femenino. Lo masculino queda relacionado con la función de lucha contra las adversidades del mundo externo, así como son tareas netamente masculinas la caza y la guerra...<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title="">[11]</a>“..Deseo dirigir mi mensaje a las mujeres, pidiéndoles que sean educadoras para la paz con todo su ser y en todas sus actuaciones: que sean testigos, mensajeras, maestras de paz en las relaciones entre las personas y las generaciones.! “<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title="">[12]</a>“¡Si todas las mujeres del mundo se decidiesen a construir la paz! Si ellas jamás se omitiesen en esta ingente tarea que la pareja humana debería llevar a cabo: el sueño de la paz, acariciado por todos y todas, seguramente llegaría a convertirse en realidad palpable, mucho más rápidamente...Milenios de ideología patriarcal (es decir, unilateral) fueron milenios de guerras casi interminables. El desequilibrio del mundo, quién sabe, sea el resultado de la exclusión de las mujeres de los niveles de decisión”...<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title="">[13]</a>.La Media-EducaciónEl problema de los roles asignados es bastante más antiguo de lo que imaginamos. Mientras logramos determinar si lo que quieren que hagamos coincide con nuestras mayores aptitudes individuales, podemos ejercer lo positivo que se nos ha inculcado por generaciones como algo propio: promover las buenas relaciones humanas y la paz.Contribuir a formar la mente de los seres humanos para su propia conservación, desarrollo y una vida más grata puede ser una tarea importante para el periodismo. Si bien el rol de esta disciplina no es educador, existen momentos en que la información y la educación se acercan tanto que es difícil establecer una frontera entre ambas. Se educa cuando se da a conocer a través de un medio masivo de comunicación la aparición o recrudecimiento de una enfermedad, sus causas y sus formas de prevención.También cuando se da a conocer una película o una exposición de arte contando sus orígenes, la historia del autor y el movimiento al cual pertenece. Esto, sólo por dar dos ejemplos simples.En mi variada experiencia en el campo periodístico, me he dado cuenta que son múltiples las informaciones con contenidos educativos que incluyen los periódicos. Estas abren un espacio de conversación pública que, después de imponerse en la sociedad como algo necesario de ser aprendido, rescata la educación regular. Me tocó vivir esta experiencia en el campo de la ecología, donde inicié en los años setenta la difusión, a través de la revista del Domingo de El Mercurio, de temas de conservación de la naturaleza que ahora se incluyen en los libros de estudio de enseñanza básica y que, en ese tiempo, constituían una novedad de la que pocos sabían.Formar conciencia de la necesidad de no juzgar al otro, sino comprenderlo en sus acciones, es algo impensable en las publicaciones periódicas de hoy, que destacan cualquier “caída” de las personas y de los personajes públicos, con el mayor escándalo posible, para despertar el morbo de la gente y aumentar los niveles de lectura del medio. Pienso que, pese a todo, podemos hacer algo para que esto cambie y también creo que hay formas más inteligentes de capturar lectores. Estas tienen que ver con cuánto les sirve el medio para solucionar sus problemas prácticos y también los más profundos y existenciales. Creo que la clave del éxito tiene mucho que ver, además, con la entretención e información que damos al público objetivo del medio, pero no puede quedarse sólo en eso.Público Objetivo: Mujer ChilenaDefinir cómo es la mujer chilena resulta ambicioso y prácticamente imposible, si se toma en cuenta la gran variedad socio cultural que existe y los contrastes de su educación. Las cifras pueden ayudar un poco a dilucidar el tema, pero el conocimiento que tenemos los periodistas, que determinamos lo que le gusta al público, es más bien intuitivo. Sin embargo, las publicaciones presentan a las mujeres de un modo determinado por los conceptos generalizados entre editores, en su mayoría, de sexo masculino.Y ¿qué dicen los medios informativos sobre la mujer en Chile? “Primero que todo, que somos imágenes de portada por nuestros/sus cuerpos. Todas sabemos que una de las maneras de vender diarios, revistas o minutos en la televisión es mediante la cosificación del cuerpo femenino, convertido en objeto de deseo masculino. Luego, que somos imágenes y/o historias en las secciones de menos importancia al interior de los medios: espectáculos o páginas sociales. Aparecemos, entonces, como compañía de, como adorno o destacadas por atributos físicos, sin que se considere el aporte de las mujeres a la sociedad. Aparecen también los discursos en contra de las mujeres o claramente misóginos. En tercer lugar, que lo que nos interesa está contenido en secciones o especiales como son las páginas o suplementos femeninos, donde la realidad política y económica quedan fuera. Me detengo en este espacio "para las mujeres" que ha ido adecuándose a los cambios que hemos promovido y vivido las mujeres. Se orienten hacia mujeres del estrato socioeconómico alto o medio, siempre destacan la doble jornada - y la doble exigencia- de las mujeres: el trabajo y la familia.Por un lado, se reconoce que estamos en el espacio público pero, por otro, se sostienen roles y visiones tradicionales, como la exigencia de la belleza, del buen vestir, de ser madre, enfermera, cocinera, economista, sicóloga y decoradora. En cuarto lugar - y en realidad es lo más importante, pero no por ello lo más evidente y visible-, que las mujeres no estamos. No somos parte de la jerarquía que se muestra y cuando lo somos, sospechosamente, lo que se dice de estas mujeres no está vinculado a la discusión pública sino a realidades privadas. Ejemplos repetidos son las preguntas a ministras, senadoras, diputadas, alcaldesas, generalas, acerca de cómo se las arreglan con la casa, las hijas e hijos, el aseo, la peluquería. O destacar aspectos secundarios de las mujeres en el poder, como su apariencia física o el gusto por determinadas prendas de vestir, cosas que jamás interesarían en caso de un hombre en estos cargos (imborrable recuerdo la lectura de foto de un vespertino que señalaba que las ministras del gabinete se distinguían ¡por usar minifalda!)”.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title="">[14]</a>La visión de las mujeres no corresponde mucho a la realidad de su vida ni de sus talentos, ni de su aporte a la comunidad.“El verdadero avance de la mujer en la sociedad, sus logros y sus metas, no son visualizados en su verdadera dimensión. Excluidas por años de la representación como sujetos, regresan a ella como figura, como objeto: las imágenes y figuraciones del cuerpo femenino por sus excesos, han terminado por convertirla en la reina del Eros y en un gancho de la publicidad y el mercadeo”.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title="">[15]</a>Espejo de los TiemposLa publicidad ha reemplazado, en muchas revistas con un público femenino, el espacio que antes dedicaban a temas de interés para las mujeres por avisos colocados en páginas derechas, las más leídas según las encuestas. Los artículos periodísticos, en cambio, en algunas de ellas están en letra muy pequeña y página izquierda, lo que demuestra cómo el periodismo es, cada vez más, un relleno dentro de estas publicaciones, mientras la publicidad es ahora lo principal. Y no es de extrañar que esto suceda.Vivimos en un modelo económico distinto, cuya meta primera es hacer negocios en los cuales todos los procesos los manda y regula el mercado y los medios de comunicación son un reflejo de la realidad.Cuando las mujeres estaban la mayor parte del tiempo en casa, las revistas hablaban de “labores” para que ellas hicieran para su familia, recetas de cocina y uno que otro cuento romántico, que las hacían soñar con que el amor ideal existía y un príncipe, como los de las películas de Disney, las despertaría a la vida con un beso y las llevaría al altar, con lo que solucionaría todos sus problemas.Posteriormente, en los años sesenta, la mujer comenzó a luchar por sus derechos y por el ejercicio de una sexualidad más parecida a la del hombre. Entonces surgió la revista “Paula”, con artículos tan “audaces“ para esa época como los del uso de la píldora y otros sistemas de anticoncepción. Hoy, cuando la realidad femenina ha cambiado mucho, pocas creen en príncipes encantados y nadie se admira de casi nada.Se ha entrado en un período de adormecimiento, en el cual lo más importante es comprar e informarse de los chismes de alto nivel, aunque eso no satisfaga en definitiva ninguna necesidad del alma. Se supone, o le conviene a los publicistas darlo como un supuesto, que las mujeres quieren pasar el rato, entretenerse y olvidarse de los problemas que, si tuviéramos otra actitud, tal vez podríamos evitar o solucionar en parte.El resto de la lectura o de la información masiva está en publicaciones para todos los gustos que se dirigen al hombre, la familia, los aficionados al arte, la jardinería, las manualidades, etc.. En este momento se podría decir que existe menos periodismo femenino concebido en la forma tradicional y muchos periódicos de distinto tipo donde ellas también se informan .¿Podemos las mujeres de esta profesión aportar algo diferente al periodismo o será éste uno de los muchos “productos light” tan en boga? ¿Necesitan nuestras lectoras un periodismo de un nivel mejor al que hoy existe? Dos preguntas diferentes que convergen en un tema común: periodismo y mujeres. Son éstas algunas de las interrogantes que he tratado de contestar desde un punto de vista personal y de estudiosos del tema.El debate corresponde a todo el gremio y, seguramente, las respuestas serán muy variadas y aportarán el camino a seguir para nuestra y otras generaciones. Lo importante es discutirlo, pensarlo, decidir un camino propio y no dejarnos llevar por el medio que nos rodea. A lo mejor podemos contribuir, con un pequeño aporte, a la “humanización “ de todos y establecer una paz más duradera.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title="">*</a> Periodista, Licenciada en Comunicación Social, U. de Chile. Profesora Géneros Periodísticos en Escuela de Periodismo U. Santo Tomás<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title="">[1]</a> Instituto Nacional de Estadísticas- “Síntesis Censal 2002”; Santiago-Chile, abril 2003. Disponible en www.ine.cl/cd2002<a href="http://www.blogger.com/" name="_Hlt37499852">/s</a>intesiscensal.pdf<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title="">[2]</a> Suárez de Garay, M.Eugenia. “Lo artificial de las diferencias”; Universidad de Granada, Granada-España, 1994. Disponible en www2.udg.mx/laventana/libr2/maru.htrul<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title="">[3]</a> Hare-Mustin, Rachel T; Marecek, Jeanne. “Psicología y construcción de los sexos”; Textos Universitarios Herder; Barcelona-España; 1994. <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title="">[4]</a> Moya Morales, Miguel. “Los roles sexuales”; en Gazeta de Antropología Nº3; Universidad de Granada; Granada-España,1984. Tesina. Disponible en www.ugr.es/rpwlec/G03-08Miguel_Moya_Morales.html.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title="">[5]</a> Moya Morales, Miguel. “Aproximación psicosocial de los roles sexuales”.Tesina; Universidad de Granada; Granada-España, 1984. Disponible en www.ugr.es/rpwlec/G03-08 Miguel_Moya_Morales.html.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title="">[6]</a> Rodríguez Zepeda, Sofía. “Medios de comunicación y estereotipos”. Instituto Nacional del Distrito Federal de México”; México D.F- México, agosto 2001. ww.inmujer.df.gob.mx/medios/articulos/ago01.html<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title="">[7]</a> Rosenzvaig Roberto. “Anorexia y bulimia”; en La Tercera de la Hora ( suplemento “Mujer a Mujer”); Santiago-Chile, 10 agosto 2002.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title="">[8]</a> Cano F.; Martín. “Mitos que recuerdan el matriarcado”. Portal de e-leusis.net: "La Ciudad de las Mujeres en la Red"; 2000 (http://www.e-leusis.net/documentos.asp).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title="">[9]</a> UNESCO “ Manifiesto 2000”, Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer; Beijing-China, septiembre 1995.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title="">[10]</a> Annan, Koffi. "Las mujeres suelen ser las primeras víctimas de los conflictos armados". Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas con ocasión del Día Internacional de la Mujer; marzo 2001.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title="">[11]</a> Borro; Dr. Carlos Enrique. “Apuntes acerca del retorno al matriarcado”. Antropología masónica. www.masonería-argentina.org.ar/simbolo/732001.htm<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title="">[12]</a> S.S. Juan Pablo II. “La mujer, educadora para la paz”. Jornada Mundial por la Paz 1995.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title="">[13]</a> Ghisleni; Hna. M° Augusta (FSCJ), “Si todas las mujeres del mundo” ; en revista “Just Good Company”; 2000 (www.justgoodcompany.com/1.1/sitodastext.htm).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title="">[14]</a> Muñoz Castillo, Carolina. “Aprendiendo y enseñando periodismo desde la diferencia sexual”. En segundo “Encuentro de Facultades de Comunicación Social - Cono Sur”; Noviembre de 2002.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=15480900#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title="">[15]</a> Sélum Yabeta Roxana. “Imagen cuerpo y diferencia”; en Sala de Prensa; Año 3, volumen 2; mayo 2001. Web para profesionales de la comunicación iberoamericanos <a href="http://www.blogger.com/" name="_Hlt37673994">(</a>www.sal<a href="http://www.blogger.com/" name="_Hlt35318737">a</a>deprensa.org).</div><div style="text-align: justify;">posted by Violeta Güiraldes @ <a href="http://comunicacioneschile.blogspot.com/2006/06/evolucin-de-la-prensa-femenina-el.html" title="permanent link">7:45 PM</a> <a class="comment-link" href="http://www.blogger.com/comment.g?blogID=15480900&postID=114921645974587899">0 comments</a> <a href="http://www.blogger.com/email-post.g?blogID=15480900&postID=114921645974587899" title="Email Post"></a><a href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=15480900&postID=114921645974587899&quickEdit=true" style="border-bottom-style: none; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none;" title="Edit Post"></a></div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1148052578464417752006-05-19T09:28:00.002-06:002011-04-19T21:47:37.055-05:00Redes de apoyo para críar a los niños<div style="text-align: justify;">En un periódico de alta circulación, uno de los editorialistas y ex candidato a la Presidencia de la República, invita a discutir un tema interesante en relación con la iniciativa del Gobierno de crear redes de apoyo para que las familias que necesitan dejar a sus niños mientras trabajan. Al plantear el problema surgen en él varias dudas que merecen un análisis.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bajo el título ¿Más Estado o más familia? dice entre otros: ¿No sería mucho mejor que el dinero que se usará para crear salas cunas, se destinara a subsidiar a las mamás que quieran cuidar a sus propios hijos? ¿O que las mamás elijan dejar sus niños con abuelas u otras instituciones privadas que reciban un subsidio estatal? ¿Dónde va a estar más resguardada la calidad de vida familiar, el cariño, el afecto y por consiguiente la formación de destrezas y su propia educación en la casa o en el jardín infantil? Y termina diciendo que entre el Estado y la familia el propone más familia.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Frente a estas dudas la primera reflexión, a mi juicio, debería ser: ¿ corresponde sólo a la madre quedarse en casa y cuidar a los hijos? ¿Qué pasa con la responsabilidad de los hombres en este tema? ¿Pueden simplemente lavarse las manos como Pilatos y eludirla? ¿Qué tienen que ver las abuelas en este cuento? Ellas ya criaron a sus hijos y entregaron una cuota enorme de energías y sacrificios ¿No merecen acaso un descanso o la posiblidad de realizarse, por fín, más allá de lo doméstico?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estas preguntas que pocos se hacen, establecen una vital diferencia que pone a la mujer en condiciones muy desventajosas. La madre o la abuela deben, según muchos, permanecer al interior del hogar, haciendo una labor invisible, poco reconocida y sin remuneración, que las hace perpetuar su pobreza. En su casa es difícil que continúen su educación o practiquen su profesión u oficio, salvo raras excepciones. Además, sin ingresos propios, dependen absolutamente de sus parejas o de terceros y deben someterse a todo lo que éstos quieren, incluso a la violencia física.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Si el dinero que se destina a crear salas cunas se entrega a las madres tendrían que pagarles un sueldo similar al que ellas pueden ganar trabajando fuera del hogar. Así y todo ¿Cómo las ayudarían después de unos años a ubicarse en un trabajo de mercado ? ¿Cómo se mantendrían vigentes en su profesión u oficio, en una época en que los cambios son tan rápidos? ¿ Por qué no le piden a los hombres que dejen de trabajar fuera de casa y asuman en su integridad los quehaceres domésticos y el cuidado de sus hijos?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las mujeres tienen a veces que aportar dinero al hogar y, además, cumplir muchos otros deberes. Su cansancio ¿es el mejor estado emocional para cuidar día y noche a los niños? ¿ No merecen acaso un rato de tregua que les permita recuperar sus energías? Cuando se trata de madres con muy poca educación</div><div style="text-align: justify;">¿ pueden ellas estimular mejor el aprendizaje de los niños que las educadoras que estudiaron para eso?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es fácil para un hombre hablar de los deberes femeninos dentro de la familia y de las ventajas que representa para los niños que la mujer se quede en casa. Más fácil aún es decirlo, cuando además de la esposa, tiene una nana y puede pagar los servicios de un buen jardín infantil si lo requiere. Así cualquiera habla de lo positivo que es tener una familia numerosa y de lo poco que debe intervenir el Estado en su cuidado. También, de lo ideal que es para los hijos que los cuide su madre mientras el padre desarrolla sus talentos trabajando en lo que le gusta, obtiene una remuneración por su esfuerzo lo que le confiere un enorme poder en casa y, si llega temprano al hogar, puede ver el fútbol o leer el diario, antes que las mujeres le sirvan la comida.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1148052480336984172006-05-19T09:26:00.001-06:002011-04-19T21:48:48.956-05:00Actuar sin conciencia no es hombría<div style="text-align: justify;">Con frecuencia vemos en diarios y televisión, los accidentes producidos por el consumo excesivo de alcohol. Todos comentan y se admiran de lo que sucede. Pero pocos hacen algo concreto para evitarlo. Se espera hasta que ocurra el próximo episodio trágico,para repetir las mismas observaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El gran aumento de publicidad que incentiva el consumo de vino y también licores más fuertes, no hace más que contribuir al ya tradicional vicio. En una cultura que asocia el alcohol con la hombría, no falta el muchacho que cree que si no se emborracha es “para el otro lado”. De esta forma, se siente en la obligación moral de demostrar lo contrario, como si fuera un atributo positivo convertirse en un bulto y perder la voluntad hasta exponerse a que otros hagan con él lo que deseen. O que él haga con los demás lo que no desea.</div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como hoy está de moda todo lo relacionado con el vino, como fruto de fuertes campañas de consumo iniciadas por los industriales del ramo, me contaba una amiga que hacía clases en una Universidad, que se habían ofrecido muchos cursos para los jóvenes. El que marcó todos los record de asistencia fue el de cata de vinos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Indudablemente hay que distinguir entre aprender a apreciar un buen producto y emborracharse, pero lamentablemente,no todos son capaces de hacerlo. Incentivar el consumo de alcohol para vender más, lleva a los excesos que todos conocemos y que nada tienen que ver, que yo sepa, con la hombría. Más bien es al revés, ya que como se sabe, el alcoholismo hace declinar hasta la potencia sexual.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Si bien tradicionalmente son los hombres quienes más han bebido estos productos, fruto de la cultura machista que los impulsa a ello, hoy la mujer también ha ingresado a este mundo, con un afán de igualdad. Ya no es vergonzoso para ellas excederse. Y lamentablemente, en vez de que los hombres dejen estos malos hábitos, ellas los han adquirido. Como consecuencia, se viven muchos dramas familiares en todos los estratos sociales,incluyendo accidentes por exceso ocasional en el consumo o por alcoholismo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sería conveniente que tal como se adoptan iniciativas para frenar el hábito de fumar, se hagan campañas masivas de educación sobre el tema o se inicie cualquier otra acción para enseñar que el alcohol requiere de un consumo prudente. Pasar el límite de lo conveniente y habituarse a un consumo excesivo es mucho más fácil de lo que todos se imaginan. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Conversar el tema públicamente, tomar iniciativas para desincentivar este hábito,es indispensable. Al menos debería terminarse esta campaña contínua a través de los medios masivos de comunicación, para estimular el consumo de alcohol que cada semana deja muertos y otras víctimas al interior de los hogares chilenos.</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1123038320650669622005-08-02T21:04:00.001-06:002011-04-19T21:49:48.760-05:00¿Una televisión para pueblo chico?<div style="text-align: justify;">El barómetro de calidad de los noticieros centrales de la televisión chilena entregó recientemente los resultados de una medición de diez emisiones de cada informativo central de los canales abiertos, en un período de 10 semanas. Los resultados muestran que estos dedican prioritariamente el espacio a deportes ( 27,1%); policía (12%) y política (11,8%). </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo que no se mide o al menos no se difunde, es la forma en que se enfocan estos temas que incluyen, normalmente en detalle, los últimos chismes de las estrellas del deporte, la política y de los involucrados en casos policiales. Los medios de comunicación tienen según algunos expertos, entre otras funciones, la de “encender conversaciones”. </div><a name='more'></a><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tal vez por eso, el país se ha centrado en hablar los temas propios de un pueblo chico, sin deseo de ofender a éstos, abandonando un enfoque de más alto nivel para los problemas. Posiblemente por eso, hoy se habla, durante horas, de lo malo que es el entrenador de un equipo de fútbol, cuando se pierde el partido, en vez de ocupar ese tiempo en practicar deportes o se disfruta criticando, desde el tibio living de la casa, lo que otros hacen para solucionar, en terreno, los problemas. Los noticieros centrales están entre los espacios de mayor audiencia de la televisión, un medio de comunicación que, por su poder, es el preferido de las empresas de publicidad para difundir los avisos de sus grandes clientes. Si estos subieran el nivel de los temas que tratan e incluyeran otros, tanto o más importantes que los que privilegian hoy sería posible, quizás, mejorar las decadentes conversaciones que se escuchan a diario y, como consecuencia, incorporar a los hablantes a acciones positivas para solucionar sus problemas. Los objetivos de la televisión, según la primera ley de 1970, son: afirmar los valores nacionales y la dignidad de la familia; fomentar el desarrollo de la educación y la cultura e informar objetivamente sobre el acontecer nacional e internacional. ¿ En qué lugar del camino se diluyeron estos buenos propósitos?</div>Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13928479.post-1119726395089885472005-06-25T10:12:00.000-06:002005-06-25T13:26:37.136-06:00¿Pensión para dueñas de casa?Son muchos los que proponen una jubilación para la dueña de casa y pocos los que se detienen a pensar en la complejidad de esta iniciativa.<br /><br />La invisibilidad del trabajo doméstico es sin duda injusta y en buena hora que se reconozca a quienes la ejercen. Pero ¿son las llamadas "dueñas de casa" las únicas que hacen esta labor y por lo tanto, las únicas que deberían recibir esta jubilación? ¿Qué pasa con las mujeres y hombres que ejercen el doble rol: se desempeñan en una empresa y llevan, además, todo lo de la casa? ¿Recibirán una jubilación doble?<br /><br />¿Por qué referirse a mujeres "dueñas de casa", entendiendo al grupo que permanece allí, y atribuir a éstas, exclusivamente, la responsabilidad del hogar?<br /><br />Una mujer que trabaja en una oficina u otra actividad, además, hace todo lo de la casa. Debería por lo tanto recibir una doble jubilación. En el mismo caso, se encuentra el hombre que ejerce ambas actividades, aunque todavía es menos frecuente. ¿Por qué sólo pensionar a la mujer?<br /><br />Eduqué cinco hijos, ejerciendo el periodismo a jornada completa y recuerdo aún como llegaba a guíar sus tareas, preparar la comida, coser y tantas otras labores domésticas, que llenaban mis "horas de descanso". Vi también como mis colegas resolvían por teléfono y, a veces, llevando a sus hijos al trabajo, las emergencias domésticas ¿Por qué favorecer sólo a la mujer que se queda en casa cumpliendo tareas que otras deben hacer, además, de todas las de la empresa en que laboran, porque no tienen otra alternativa? ¿ Por qué privilegiar a quienes no tienen la necesidad de trabajar fuera de casa y dejar de lado a aquellas que, además, deben llevar todo o parte del sustento al hogar?<br /><br />Me parecería muy injusto que así fuera. De paso fomentaría que la mujer se quede ejerciendo labores rutinarias en su casa, impidiendo que éstas contribuyan con su aporte a la sociedad, que tanto necesita de un equilibrio entre lo masculino y lo femenino.<br /><br />La mujer que se queda en casa por obligación, no por alternativa, debe aceptarlo todo , sin posibilidades de hacerse respetar en sus derechos básicos, por no poseer los ingresos suficientes para independizarse cuando la situación es abusiva ¡Cuántos casos conozco de mujeres que se quedaron en casa y debieron soportarlo todo, ya que no tenían como sostener una familia por haber dejado de ejercer su profesión u oficio!<br /><br />Estoy de acuerdo. Debería existir una pensión. Para todos los que ejecutan los trabajos domésticos para el propio hogar, sin especificar si esta iniciativa favorecerá a las mujeres que se quedan dentro de su casa, a las que lo hacen desde el exterior, en forma simultánea a su trabajo y, por qué no, a los hombres, que en algunos oportunidades, deben hacer estas tareas.<br /><br />Para ser justos esta jubilación debía destinarse a quienes ejercen la función de críanza y educación de los hijos y las labores domésticas, sin tener la obligación de permanecer al interior del hogar. Porque, sin duda, es más fácil dedicarse sólo a las labores de casa que ejercerlas además de otro trabajo.Violeta Güiraldeshttp://www.blogger.com/profile/14024488849697377888noreply@blogger.com1